viernes, 22 de mayo de 2009

Los Secretos Poderes de Facebook, Pensamientos sobre la Vida Contemporánea



A decir verdad, me paso muchas, muchísimas horas de mi semana en el trabajo. Casi no veo a mi madre o a mi quiltra y sólo en vísperas de feriado logro reunirme con mis amigos. Vivo en una suerte de cansancio sempiterno y en este rodar y rodar, todos los días necesito una válvula de escape que se llama facebook.

Al principio, cuando vivía en Conce, era la herramienta para saber de mis amigos, de mi familia, de sentirlos un poco más cerca. Pero, en esta época de mi vida, he descubierto algunos de los secretos poderes de facebook.

Hace un par de días, leí en un foro ocioso que yo misma hice (titulado "¿Por qué nos gusta Sheldon?"), el testimonio de una madre de un niño Asperger que escribió su nombre con las letras inversas cuando tenía dos años y medio, y se los indicó en el espejo. Por el nombre de Jen aparecía esa historia. Y me da lo mismo si corresponde a algo verdadero o simplemente verosímil, el asunto es que era una historia conmovedora, original... Pero mi sorpresa ante los secretos poderes de facebook no queda en esto nada más: otra persona, de cuyo nombre no me recuerdo, comentaba que era Asperger y que era una etiqueta que le permitía relacionarse con una parte de sí que le había sido difícil de encarar, pero que, al ser aceptada, le había hecho la vida más fácil y feliz. Mi pregunta es cuántas veces en la vida, alguien tiene la suerte de acercarse al interior de un Aspie. Insisto, verdad o ficción, no deja de maravillarme.

Y el asunto no termina ahí. Desde que tengo en facebook a mi primo Felipe, no deja de llamarme la atención cuánto tira la sangre, pues, conociéndonos tan poco, hay cosas en las que nos parecemos tanto. Uno no tiene idea de cuánto hay en los genes que nos hace ser de cierta forma. Otro misterio más. Qué bueno que, a pesar de que se pueda pensar que la vida se va en esto de tanto trabajar, el poder de la sorpresa no se agota y, aun más, aparece en las instancias más curiosas que podrían haber. Como facebook.

viernes, 1 de mayo de 2009

Día del trabajo y ser feliz



Antes me parecía un día festivo más. Al día de hoy, me parece casi un milagro, una alegría. En los actuales tiempos, al parecer, el recurso más escaso es el tiempo y un día de asueto es un verdadero, aunque breve, premio.
Quizás todo esto me pasa porque me costó mucho madurar y, de acuerdo a ello, siempre me negué a trabajar muchas horas al día, a que el tiempo se me fuera en el trabajo. En esta época de mi vida, conozco a muy poca gente que pueda declinar cuando le ofrecen una pega, ya se sabe: las noticias no dejan de alarmarnos (en demasía, pienso yo) respecto de las enfermedades, de los costos de la vida, del desempleo, la delincuencia.
Pareciera que la cultura en la que estamos inmersos no nos dejara ponernos en contacto con nosotros mismos, con nuestras necesidades, con los que queremos. Así que para celebrar el día del trabajo, me quedé toda la mañana en cama, jugando con el twitter y facebook, dormí sin tener que despertar para salir corriendo a la oficina o algo así y me reuniré con amigos queridos, compartiremos una buena comida, música, nos reiremos un rato, bailaremos. Maneras simples, pero con resultados comprobados para sentirse feliz.