miércoles, 11 de noviembre de 2009

Mafalda


Como ya se vienen las elecciones...

domingo, 8 de noviembre de 2009

Mañana de domingo, pensando en Pablo


Hace tiempo que le prometí a Pablo que escribiría algo en su honor, dado que se iba a vivir a Bélgica un tiempo y, por supuesto, no cabía la posibilidad de darle un regalo que cupiera en la pequeña maleta que se permite llevar en el viaje a Europa para iniciar, por lo menos, por un tiempo, una nueva vida.

Mi vida con Pablo lejos sigue siendo tranquila, no he llorado su distancia, porque para mí, casi todo sigue igual. Sin embargo, noto mi ilusión: todavía conservo la idea de que vive aquí al lado. A veces, todavía me parece que vendrá un domingo temprano, a pasar la mañana porque las llaves del departamento se le quedaron adentro (en esta parte, viene el emoticon con cara de risa; porque, en realidad, no fue tan así). Todavía pienso que, cuando me anime nuevamente a ir a bailar a Blondie, lo encontraré allí, dando sus magníficos pasos de baile y haremos nuestras pretenciosas danzas de chicos pro. A ratos, todavía espero que suene el teléfono y que me diga que viene a mi casa sólo porque está por aquí cerca, para beber coca cola light y tener largas pláticas, inteligentes y ociosas, un buen rato.

Lo cierto es que nada de eso va a pasar en los próximos meses. Pablo ahora vive en Bélgica y no sé bien qué pasa con él. Final de año me consume y no logro escribirle en extenso y, por ende, no recibo noticias de la vida en la Belgique, salvo por esa canción de Valparaíso que me envió en francés y que permanece como el misterio de su osadía.

Así que lanzo mis preguntas al ciberespacio, pensando en que se responderán algún día: ¿tendrá, Pablo, como nuevo amor a Bruselas? ¿extrañará la comida de Chile, esos tomates húmedos y el vino barato, pero bueno? ¿irán bien esos estudios, esa desafiante experiencia de ser estudiante extranjero? ¿me extrañará Pablo, así como yo, a sus espontáneos diálogos, su presencia casi omnipresente de vecino y asiduo a los mismos lugares, a las mismas bandas, a algunos pasatiempos queridos? y por último, ¿cómo será verlo todo tan distinto, en ese distanciarse, en ese crecer mientras todos los demás siguen igual, sin cambios, en su país natal; sí, finalmente, cómo estará mi amigo Pablo?